5 argumentos a favor de la paga
Antes de comenzar con la reflexión deberíamos definir el concepto “paga”, concretar el importe adecuado y la edad a la que comenzar.
Definir el concepto de paga no parece muy complicado, nos referimos a la cantidad de dinero que entregamos a nuestro hijo/a, habitualmente con una frecuencia semanal , más complicado es el acuerdo sobre cuando comenzar, en mi opinión un buena edad podría ser a partir de los 12 años, en cuanto al dinero más adecuado con el cual comenzar ,un importe orientativo podría ser entorno a los 10 euros cantidad que se irá aumentando a medida que el niño/adolescente crece y aumentan sus “necesidades” es fácil entender que los espacios de ocio de un niño de 11/12 años no puede ser el mismo que el de un niño de 13/14 años que estará comenzando a salir
La intención y los objetivos de los padres es que los hijos maduren de una manera adecuada, sin adelantarnos en su proceso, ni frenándolo por miedos personales o porque únicamente valoramos como eran las cosas cuando los actuales padres eran los hijo, enorme error la sociedad y nuestros hijos han evolucionado de manera considerable.
Hay una serie de aspectos que ayudan en el proceso madurativo, no son grandes cambios, ni asuntos de vital transcendencia, pero si pueden ayudar. Uno de estos asuntos es el vinculado a la gestión del dinero, ¿Cómo hacemos a nuestros hijos conscientes del uso y la importancia del dinero? Estos asuntos estarían englobados en lo que conocemos como economía para niños, hay muchos conceptos que integran esta área, en nuestra reflexión de hoy nos vamos a centrar en la conveniencia de dar una paga a los niños.
En nuestra opinión si es conveniente porque favorece el desarrollo de su responsabilidad, le permite una mayor autonomía y facilita su aprendizaje en cuanto a la toma de decisiones, el niño aprenderá que el dinero no es infinito, que no se puede tener todo, que gastar o invertir en algo supone en la mayoría de los casos renunciar a otras cosas, además aprenderá a planificar como conseguir sus objetivos, en este caso a través del ahorro. Todos estos conceptos deberían ser explicados a los hijos, porque hemos tomado la decisión de darles una “paga”, cuáles son las circunstancias y los objetivos que buscamos, que esperamos de ellos y que beneficios les va a reportar a nivel maduración y aprendizaje.
Además resulta aconsejable vincular esta asignación de paga a contribuir y ayudar a la familia con algún “trabajo” o responsabilidad, así como a mantener un comportamiento adecuado, con lo que también estaremos contribuyendo a que aprendan las consecuencias de sus actos. En este sentido recordemos que aprendemos mejor con los premios que con los castigos, por lo que podríamos establecer una cantidad fija a la cual se le puedan ir sumando cantidades en función de la consecución de distintos objetivos en cuanto a tareas y comportamientos.
La asignación de una “paga” también contribuye al desarrollo de áreas de la personalidad tales como la paciencia, la planificación, la capacidad de tomar decisiones y la tolerancia a la frustración, construyendo así su autoestima y seguridad personal.
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