La mayoría de los artículos publicados sobre el estrés laboral se centran en la perspectiva del empleado, pero ¿qué pueden hacer los responsables de las empresas para favorecer la salud de sus empleados y por tanto de la organización?
En mi opinión el factor clave que define el estrés de un empleado es la definición de sus responsabilidades y funciones y como se adecuan estas tareas con la jornada laboral. La saturación excesiva conlleva una sensación de angustia, la sensación de no poder gestionar tu trabajo, la impotencia y frustración de no cumplir con tus responsabilidades, además de vivir tu día a día con la sensación de que algo malo va a ocurrir porque no estas suficientemente pendiente de los asuntos, porque es más fácil cometer errores de atención y concentración, etc. Por tanto primer aspecto a cuidar por los equipos directivos es la carga de trabajo y responsabilidades.
El segundo factor es la presión de los objetivos, en clara relación con el punto anterior, resulta imprescindible establecer objetivos bien definidos y realistas, sobre todo realistas, para ello hay que favorecer la comunicación y ser capaces de establecer los objetivos de una manera consensuada con el empleado. Además hay que tener en cuenta que los objetivos no deberían ser inamovibles, no es una ley, han de ser flexibles a lo largo del tiempo, para que esta flexibilidad sea real deberíamos establecer canales y reuniones periódicas para el seguimiento y en su caso modificación de los objetivos y de las cargas de trabajo.
Una vez establecidas las funciones y responsabilidades el siguiente paso es la organización del tiempo de trabajo, está claro que la filosofía adecuada es trabajar en el cumplimiento de los objetivos y desechar la vieja filosofía de la permanencia no productiva en nuestro puesto de trabajo, debemos favorecer la confianza en nuestro equipo profesional y en sus organización de los tiempos, en este caso seamos flexibles, además y sin duda estaremos favoreciendo la implicación y satisfacción de nuestro empleado, lo cual conlleva el claro incremento de su productividad.
En la organización del trabajo debemos tener un cuidado exquisito con las comunicaciones fuera de la jornada laboral e incluso en ocasiones en los fines de semana, las nuevas tecnologías y el acceso permanente a información sobre nuestro trabajo impide un correcto descanso, ¿cuántas veces hemos recibido mensajes o correos electrónicos con la frase “para que no se nos olvide mañana…? O he pensado y no quería que se me olvidara… etc. Este es uno de los principales causas del estrés laboral, el no desconectar. Cuidemos a nuestros empleados y respetemos su descanso.
Una vez definidos correctamente las cargas de trabajo, las responsabilidades, los objetivos y los tiempos deberíamos centrarnos en crear un clima laboral adecuado en la organización, favorecer el trabajo en equipo, la colaboración en lugar de la competitividad para ello debemos preocuparnos de las relaciones personales, favoreciendo la comunicación y conocimiento entre ellos, a través de espacios para la convivencia en las instalaciones de la empresa, estableciendo comidas o desayunos informales, incluso organizando actividades de carácter social para empleados y familias.
Una última área de mejora es los planteamientos de futuro, ser capaces de ofrecer a nuestros empleados un desarrollo personal y laboral dentro de la organización, definiendo y cumpliendo planes de carreras profesionales, planes de formación, en resumen creando un futuro atractivo e interesante para nuestros empleados, creando una, mayor implicación, motivación y sensación de orgullo por pertenencia al grupo.
Nuestra idea básica, se realista en las exigencias, establece canales de comunicación, confía en tu equipo y créales expectativas ilusionantes y no olvides respetar sus descansos!!
Nuestros 15 puntos para favorecer un clima laboral satisfactorio
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